Desde que nací sostengo mi pensamiento libre, mi combustible es la voluntad.
Ese día que vi la luz blanca en el pecho de mi madre , una maravillosa llama me señaló senderos únicos que algunas llaman destino, pero yo con mucho tino, digo soy motor de mi vida que alimento cada mañana . Sentí la filosa daga en mi existencia y mi herida no se cura aunque supe elevarme sobre el dolor y hacer de las lágrimas, perlas en mi mar de profundo amor.
Y siempre en puertos lejanos desembarco cada vez con más entusiasmo soplando las velas con vigor. Tejo en un telar , blancas sedas y bordo las horas con hilos dorados . Soy hada de sueños que se cristalizan .
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